06 Feb LENGUAJE INCLUSIVO (29/01/2024)
El lenguaje es la base del pensamiento. La forma en la que hablamos, la amplitud de nuestro vocabulario y el modo en que nos expresamos es la base de nuestro pensamiento, las herramientas con las que nos explicamos el mundo en el que vivimos y elaboramos nuestra estrategia de vida.
Esto es así tanto individual como colectivamente, por eso, el conocimiento del lenguaje es esencial para tener criterio propio, para construir estrategias de vida y para formar una sociedad más cohesionada y mejor.
El experimento de Loftus y Palmer, llevado a cabo en 1974, puso en evidencia la forma en la que el lenguaje moldea nuestros pensamientos y recuerdos. Las palabras ejercen una impresionante influencia en la forma en la que procesamos o recuperamos hechos de nuestra memoria.
Un ejemplo muy español de la importancia del lenguaje, se ve clara cuando estudiamos otros idiomas en los que no se distingue entre los verbos “ser” y “estar”, algo que es tan evidente para nosotros y que resulta extraño a casi el resto del planeta.
En definitiva, el lenguaje no es neutral, puesto que el uso y la intencionalidad que se le dé puede modificar significativamente el mensaje.
Por eso, es tan importante utilizar correctamente el lenguaje también en las administraciones, incluida la loca, en especial, al hablar de las personas y sus circunstancias. Porque palabras anticuadas, inexactas o inapropiadas pueden servir para perpetuar imágenes sociales negativas y estigmatizar a personas y a colectivos determinados. Así mismo, palabras con significados imprecisos y/o abstractos pueden invisibilizar a las personas con discapacidad, pretendiendo una homogeneización de toda la sociedad que no tiene en cuenta realidades diferentes que también forman parte de esta sociedad y poseen derechos que, de este modo, se ven ignorados.
Por poner un ejemplo evidente: durante una época, el término técnico y recomendado para hablar de personas con discapacidad intelectual era “subnormales”. Tanto es así que, en 1964, 20 asociaciones de familiares se reunieron y crearon la “Federación Española de Asociaciones Pro Subnormales” (FEAPS)
Desde entonces, hemos pasado de un eufemismo a otro: de “subnormales” a “retrasados”, luego a “deficientes mentales”, a “discapacitados” y, más tarde, se empezó a hablar de personas con “discapacidad mental o intelectual”.
El 18 de enero, el Congreso de los Diputados, dio un paso, tal vez pequeño, pero fundamental, para hacer justicia a estas personas y, sobre todo, para hacer una sociedad mejor para todas y todos, al aprobar la reforma de la Constitución para eliminar el término “disminuido” de su artículo 49, sustituyéndolo por “personas con discapacidad”
En Gana Medina, creemos que las administraciones públicas, incluidas las municipales, deben tomar ejemplo y revisar y modificar sus ordenanzas y reglamentos para corregir este tipo de lenguaje y también para adecuarlos a la Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres que establece “la implantación de un lenguaje no sexista en el ámbito administrativo y su fomento de la totalidad de las relaciones sociales, culturales y artísticas (artículo 14.11) como uno de los criterios que deben guiar la actuación de los poderes públicos” y establecer, en las normas que rigen nuestra convivencia, un lenguaje inclusivo e igualitario como paso fundamental para una igualdad efectiva entre todas las personas de nuestra comunidad.
En Medina del Campo, algunas de esas ordenanzas y reglamentos han quedado obsoletos no solo en el lenguaje, sino también en el contenido y es evidente que precisan una renovación de contenido mucho más profunda y a la que se debe dedicar más tiempo, pero un buen comienzo es adecuar la existente a ese lenguaje inclusivo y no discriminatorio que es fundamental para el crecimiento y desarrollo de una sociedad más justa y mejor.
Por ello, solicitamos de este pleno, que se llegue a los siguientes acuerdos:
- Que las normativas y ordenanzas municipales sean revisadas por el personal técnico competente para adecuar su lenguaje a un uso no discriminatorio de personas con discapacidad ya sea física o psíquica.
- Que las normativas y ordenanzas municipales sean revisadas por el personal técnico competente para adecuar su lenguaje a un uso no sexista ni discriminatorio.
- Analizar, revisar y estructurar las normativas y ordenanzas municipales para adecuarlas a los tiempos presentes puesto que algunas han quedado completamente desactualizadas.
- Que todos los documentos futuros contemplen el uso de lenguaje igualitario, inclusivo y no sexista.
No Comments